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Evita trasmitir ansiedad a tus hijos

Aprender a manejar tu propio estrés es el primer paso para que tus hijos absorban tu ansiedad. Los hijos ven y observan a sus papás o cuidadores como una fuente de información para cada situación, incluso aquellas que generan incertidumbre y caos. Cuando un papá o mamá se siente constantemente ansioso y miedoso, el hijo o la hija determinará si esa situación no es segura o podría ser una amenaza para su bienestar. Usualmente, los hijos de padres o madres ansiosos tienden también a tener mayor ansiedad debido a una combinación de factores como genética y comportamientos aprendidos en casa. 

 

Practicar mindfulness, técnicas de respiración, dormir 6 a 8 horas diarias y hacer ejercicio son tan solo algunos ejemplos de cómo el adulto en casa puede reducir su estrés o ansiedad con el fin de evitar transmitirlo a los hijos. También puedes diseñar un plan de acción, identifica qué te produce ansiedad y pon límites o aprende a responder a esos detonantes en lugar de reaccionar a ellos. Como siempre, recuerda, acudir a terapia puede ser una gran opción para reducir tus niveles de estrés y ansiedad.

 

Una vez que aprendes a manejar tu propio estrés y ansiedad, tendrás una caja de herramientas que podrás compartir con tus hijos. Aprender a hablar con tus hijos de cómo identificar la ansiedad, qué se siente y por qué es importante aprender a manejarla no solo mejorará tu relación con él o ella si no que aprenderán a escucharse, a ser vulnerables y reconocerse a sí mismos.

 

Si haces algo de lo que te arrepentiste más tarde también puedes hablar de ello. Por ejemplo, “Te grité esta mañana porque tenía ansiedad de que llegaramos tarde. Sé que hay mejores formas de responder a esta situación cuando me siento así.” Hablar de ansiedad es comunicarle a tus hijos que el estrés es común y que ellos también pueden aprender a manejarlo. Incluso ellos mismos también aprenderán a responder mejor cuando te encuentres en una situación de estrés o que te genere ansiedad.

 

Ojo, los hijos no son quienes deben resolver tu ansiedad ni estrés, habla con otros adultos, amistades, familia o bien con tu terapeuta. Aprender a tener una buena salud mental y hacer parenting a la vez es difícil pero no lo tienes por qué hacer sola. 

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